
Recuerdo aquel sábado con claridad.
Estaba apunto de marcharme cuando la vi. Rosi, sentada en su habitación, mirando por la ventana. Sus manos temblaban incontrolablemente.
«Susana, dame una pastilla para los nervios,» me pidió en cuanto entré.
Mi corazón se encogió. Rosi ya tomaba una dosis alta de sedantes. Otra más la dejaría dormida durante horas, y luego vendría la dosis de la cena. Conocía ese ciclo demasiado bien.
«Rosi, ¿probamos algo distinto antes?» le propuse. «Hagamos unas respiraciones.»
¨Vale¨, asintió.
Comencé a guiar su respiración. Inhalaciones profundas, exhalaciones lentas. Para mi sorpresa, en apenas tres minutos, vi cómo sus manos dejaban de temblar. Su rostro se relajó.
Aproveché ese momento de calma para preguntarle: «¿Qué te preocupa, Rosi?»
«Es que hoy no vienen visitas. No hay partidas de cartas ni bingo. Los sábados son tan… aburridos.»
Ahora entendía. No era un problema que se resolviera con medicación. Era soledad.
«¿Y si te unes al grupo de cartas de Mari Ló?» sugerí.
«No, son muy cerrados. No dejan entrar a nadie nuevo.»
Miré alrededor de la sala común. «Mira, el hijo de Chari está jugando en aquella mesa. ¿Te gustaría unirte?»
Sus ojos se iluminaron. Pregunté al grupo si Rosi podía jugar con ellos. Aceptaron encantados.
Lo que vi después me dejó sin palabras. Rosi, la misma mujer que minutos antes temblaba pidiendo sedantes, ahora sonreía y coqueteaba con Vicente. Estaba nerviosa, sí, pero eran otros nervios, ahora eran «mariposas en el estómago».
Nueve minutos. Eso fue todo lo que necesitamos. Nueve minutos que transformaron lo que habría sido otra tarde sedada y ausente, en una tarde llena de vida.
Desde entonces, uso esta técnica de respiración guiada con muchos de mis pacientes. Los resultados hablan por sí solos:
- Menos dependencia de medicación
- Mayor claridad para expresar lo que realmente necesitan
- Mejores conexiones sociales
- Y sobre todo, dignidad preservada
La Meditación
He grabado esta técnica de 9 minutos para que puedas usarla con tu ser querido. Está diseñada específicamente para personas mayores, basada en mi experiencia profesional y respaldada por investigaciones científicas.
Por solo 7€, tendrás esta herramienta siempre disponible en tu teléfono. Lista para usar en momentos de crisis o como práctica diaria.
Son solo 7€ porque junto a la meditación te pediré un pequeño favor a cambio. Es algo que podrás hacer fácilmente, en muy poco tiempo y será incluso gratificante.
Después de descargar la meditación recibirás una pequeña encuesta donde analizaremos cuál ha sido tu experiencia con la meditación, y tendrás espacio también para contarme desafíos y preocupaciones que encuentras en tu día a día como cuidadora o acompañante de una persona mayor. No tendrás obligación de completarla, pero te lo agradeceré porque me ayudará a mejorar.
Un Regalo de Dignidad
A veces me pregunto qué habría pasado con Rosi aquel sábado si hubiera optado por el camino fácil. Un sedante más. Unas horas más de desconexión.
Nunca habría visto esa sonrisa traviesa mientras coqueteaba con Vicente. Nunca habría descubierto lo que realmente necesitaba.
¿Qué regalo más grande podemos dar, que momentos de verdadera conexión?
→ DESCARGAR AHORA:
Susana Monayong,
Enfermera y fundadora de Cuidar con Dignidad